Menuda falta de respeto -¡Esto es increíble!- protestó la madre de la novia- Menuda falta de respeto. El cura resopló por enésima vez. En la iglesia todos los presentes empezaban a sentirse algo incómodos. Chris era un buen hombre aunque despistado en extremo, todos los sabian. Por tanto era también tremendamente impuntual. Lo increible era que llegara tarde a un acto tan importante como este. Un coche se oyó a lo lejos, despues un fuerte frenazo y el sonido de unos pasos apresurados. Todos giraron la cabeza hacia la entrada de la iglesia y vieron aparecer a Chris ligeramente desarreglado y con cara de apuro. -Lo siento no encontraba mi traje- se disculpó tartamudeando Chris. -No retrasemos mas esto caballero- dijo el cura desde el otro lado de la iglesia con tono de reproche- acerquesé y ocupe su lugar por favor. Chris recorrió la iglesia bajo las miradas de todos los presentes, saludo a la que era su novia con un gesto vago, y se acercó al féretro, se tumbo en el con cuidado y tuvo el detalle de cerrar la parte inferior del ataúd. Se puso pálido y cerró los ojos. -Queridos hermanos estamos aquí reunidos para despedirnos de este gran hombre... La novia se echo a llorar, su madre que la había acompañado a la iglesia, la consolaba. Chris siempre había sido despistado, pero esto era pasarse. d.c.r.
¶ 1:25 a. m.
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D.C.R. :
Ha decidido que la vida es más trágica sin caperucitas ni lobos y pretende perderse de nuevo en el bosque a robar cestas a desorientadas niñas, o niñas a confiadas cestas.