Entré en la tienda de prensa y revistas y de la que compraba el periódico ojeé los comics que amontaban en un muestrario. Encontré uno mítico de Superlopez. Lo llevé alegre y feliz hasta la caja y el kioskero exclamó: -¡Coño Superlopez, es cojonudo! Un hombre muy serio que estaba detrás mio, esperando impaciente para echar la quiniela comentó de manera despectiva: -¿No sois mayorcitos para andar leyendo tebeos? Y dicho esto y una ver pagada su importantísima quiniela, el señor de semblante rígido y agrio caracter, cojió su pogo y se marcho dando saltos por la calle.
-Manda huevos- comentó el kioskero.
d.c.r.
¶ 3:26 p. m.
0 comments
D.C.R. :
Ha decidido que la vida es más trágica sin caperucitas ni lobos y pretende perderse de nuevo en el bosque a robar cestas a desorientadas niñas, o niñas a confiadas cestas.