Testarudo -"Las ejecuciones publicas seran un escarmiento para el pueblo, muestra de que ningun testarudo puede oponerse a su rey"- habia pensado malevolamente mientras abajo en la plaza llevaban al condenado hasta la guillotina.
- "Nunca debi nombrar a ese cabron como mi consejero" - habia razonado contemplando el sillón vacio a su derecha
-"Es justo lo que se merece"- había concluido. Pero todos esos pensamientos desaparecieron de la cabeza del rey cuando el consejero, tras ser decapitado, demostró ser un auténtico testarudo, y volvió caminando hasta su sitio, a la derecha de su rey, el cual, al igual que la multitud, no pronunció una sola palabra.
D.C.R. :
Ha decidido que la vida es más trágica sin caperucitas ni lobos y pretende perderse de nuevo en el bosque a robar cestas a desorientadas niñas, o niñas a confiadas cestas.