Siempre me he preguntado si el lector compulsivo de Spiderman se siente identificado con ese engendro rojo, de traje ajustado, que combate contra cosas tan bizarras como la Dinamo Carmesí.
Y luego te encuentras que cosas como "Pl*xi*gls" cuento extraño y de nombre impronunciable que aterra por extraño a los Marvelianos de pro.
En "Pl*xi*gls" Jali(José ángel Labari) crea un mundo pequeño y particular.
Eso sí, cuenta una historia tremendamente manida; El primer amor (y posiblemente el primer desengaño).
Pero...
... cuando el protagonista es un hombre-nevera, cuando vive en una extraña casa coronada por tres chimeneas, cuando convive con un hombre-wc (fumador compulsivo) y un hombre-televisor (que solo sabe mirarse al espejo y recitar refranes), cuando el principal elemento del escenario son dos montañas que se acercan para besarse por las noches, cuando aparece un niño-yogur con fecha de caducidad para su vida, cuando el único alivio del protagonista es confiar en un extraño gremio de sabios...
...cuando el lector descubre todo esto se da cuenta de que la obra "tiene algo" especial. He leido en su contra (después de leer el comic, antes no sabía nada de el) que se recrea en exceso en las escenas, que es más visual y menos redonda, que su historia es infantil y preadolescente. Como siempre a mi estas opiniones me pasan alegremente por el forro testicular. Me parece un tebeo ligero y precioso. Como el astronauta que arranca estrellas del cielo para desenterrar su nave.
O el espejo en la pared, "De mudanzas" decía la tele...
D.C.R. :
Ha decidido que la vida es más trágica sin caperucitas ni lobos y pretende perderse de nuevo en el bosque a robar cestas a desorientadas niñas, o niñas a confiadas cestas.