Política de empresa Se aflojó el nudo de la corbata.
-Joder, teneis que entenderlo. Es demasiado stress, no puedo aguantar una semana más con tanta presión...
-No es necesario que te refieras a mi en plural.
-A la empresa me refiero, todo esto es una mierda...
-Los beneficios han subido este mes, otra vez. Tu sueldo también lo hará.
-¡Me da igual joder! No puedo seguir trabajando aquí. Pase lo del horario exclusivamente nocturno. Pase lo de los extraños trabajitos para gente supuestamente de confianza. Pase las horas extras... pero estoy cansado de las explicaciones ante los tribunales, estoy cansado de tener que estar tapando agujeros una semana sí y otra también. Estoy hasta las pelotas de jugar a ser el abogado del diablo, y viendo lo que he visto que se hace aquí...
-Pues vete.
-Eso es lo que voy a hacer.
-Ahí tienes la puerta, nadie te creerá.
Acalorado Simth se levantó y recogió su maletín, mientras salia del enorme despacho murmuró:
-Monstruos.
-Encontraremos a otro, siempre lo hacemos.- le gritó.
Vlad se levantó de su silla se sirvió una copa y tranquilamente encendio un puro. Mientras miraba las calles de la Gran Manzana desde su ventanal penso para sí mismo:
-Nueva York es un gran sitio para nosotros.
Y se bebió de un trago su copa de sangre.
D.C.R. :
Ha decidido que la vida es más trágica sin caperucitas ni lobos y pretende perderse de nuevo en el bosque a robar cestas a desorientadas niñas, o niñas a confiadas cestas.