El perro Yo era el pequeño de la casa, el que recibía todas las caricias de la pareja. Vale, el ser un animal de cuatro patas me diferenciaba de ellos, pero solo en el aspecto físico, porque se que me querian. Yo era el más mimado, por ambos, él y ella. Hasta que llegó él. El amo insistió en que me hiciera amigo de él. Pero no podía, de repente yo había dejado de ser el centro de atención de la pareja, de repente todas las caricias se centraban en él. Le odiaba. ¿Celos? Por supuesto. No lo voy a negar. Incluso dormía con ellos, ¡en su habitación!. Un sitio que para mi siempre estuvo prohibido. Supongo que esto pasa en todas las familias, porque nosotros eramos una familia hasta que el llegó. Después de eso ya nadie se acordaba de mi. Decían incluso que era más inteligente que yo. Ja. Yo quería recuperar a mi familia. Y demostré ser más listo. Cuando saliamos al patio a "jugar", el trataba de alcanzarme. La carretera era mi aliada. Yo sé esquivar los coches, pero el demostró que no. Cuando el amo lo vio ensangrentado, bajo las ruedas del camión, palideció. Y luego lloró. Pero pronto todo volvera a ser como antes, yo he demosrado que soy más listo, por algo se habla tan bien de nuestra inteligencia felina. El perro no volvería a interponerse entre MI familia y yo.
Es un buen texto. Soy de esa clase de personas que tienen gato y perro en casa (Gata y perra en mi caso)ambigua que es una... El gato demuestra una inteligencia diferente a la del perro, no digo superior... Pero muy diferente desde luego.
D.C.R. :
Ha decidido que la vida es más trágica sin caperucitas ni lobos y pretende perderse de nuevo en el bosque a robar cestas a desorientadas niñas, o niñas a confiadas cestas.