2008 -Ahora imaginate por un momento que todo, absolutamente todo lo que ha pasado, tanto lo bueno como lo malo, hasta el más mínimo detalle, ha ocurrido porque en realidad tenía que ocurrir. Imaginate que el objetivo, el fin último de todo esto, era solamente llegar hasta aquí. Ahora, exactamente a este mismo momento. A este punto. Ni siquiera es un final como dictan las reglas, todo lo contrario. Es un principio. (...)
-Pero antes de continuar tienes que responder a una pregunta: ¿Crees en las hadas?
«Qué dirías si algún día o una noche un demonio se deslizase hasta tu más apartada soledad y te dijese: ‘Esta vida, tal como tu la vives ahora y tal como la has vivido, tendrás que vivirla aún una vez más y un número infinito de veces; nada nuevo habrá en ella, sino que cada dolor y cada placer, cada pensamiento y cada gemido, y todo lo infinitamente pequeño y grande de tu vida, tendrá que retornar para ti, y todo en el mismo orden y en la misma sucesión -e igualmente esta araña y este claro de luna entre los árboles, y también este instante y yo mismo. ¡El eterno reloj de arena de la existencia no cesará de ser invertido de nuevo- y tu con él, corpúsculo de polvo!’ ¿No te arrojarías al suelo, rechinando los dientes y maldiciendo al demonio que así te hablara?»
El más pesado de los pesos (Friedrich Nietzsche)
Nada, que tu entrada me ha recordado a esta cita. Sólo eso.
D.C.R. :
Ha decidido que la vida es más trágica sin caperucitas ni lobos y pretende perderse de nuevo en el bosque a robar cestas a desorientadas niñas, o niñas a confiadas cestas.