Sopa de sesos, divina tragedia.
Divina Tragedia
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viernes, febrero 08, 2008
2008
-Ahora imaginate por un momento que todo, absolutamente todo lo que ha pasado, tanto lo bueno como lo malo, hasta el más mínimo detalle, ha ocurrido porque en realidad tenía que ocurrir.
Imaginate que el objetivo, el fin último de todo esto, era solamente llegar hasta aquí.
Ahora, exactamente a este mismo momento.
A este punto.
Ni siquiera es un final como dictan las reglas, todo lo contrario.

Es un principio.

(...)

-Pero antes de continuar tienes que responder a una pregunta:
¿Crees en las hadas?



MUAHAHAHAHAHAHA

[Estamos trabajando en ello]

d.c.r.

 
lunes, noviembre 26, 2007
Colecciones



No podría decir el día exacto en que descubrí la Caja en donde mi hermana atesoraba su colección.


Lo que sí recuerdo es que el ruido de tacones de madrugada me despertó esa noche, y como la más prudente de las espías me fingí dormida al mismo tiempo que abría un ojo, el derecho, para observarla a ella vaciando con prisas, y con la complicidad que se obtiene al no sentirse vigilada, el fondo del armario, el de los zapatos, para sacar a continuación con mucha delicadeza la Caja.

Ví como ella levantaba la tapa de la Caja, con tanta suavidad como si fuera de cristal, y no de cartón de ese grueso que apenas traspasan las tijeras a no ser que hagas fuerza con las dos manos, y contemple como rebuscaba en su interior con su mano, la derecha.

Observé con envidia que mientras lo hacía tenía esa mirada orgullosa que me dedicaba a veces. Y adivine que sacaba algo de su bolso, el blanco el de la hebilla en forma de flor, y lo depositaba en la Caja.


Pero lo peor llegó cuando descubrí que no envidiaba las miradas orgullosas que la Caja, la del armario de los zapatos, me robaba de mi hermana. Sino que envidiaba su interior, su increible colección.

Porque una noche, una de esas en las que mi hermana no aparecía hasta la hora del desayuno, de tostadas, yo vacíe muy despacio el armario, colocando los zapatos, los negros con la rosa, los rojos de tacón, las botas altas de hebilla y las zapatillas azul celeste, en fila frente a mí y saqué a continuación con muchísimo cuidado la Caja de su escondite.

Y al abrirla contemplé fascinada su colección.
La Caja era bastante grande, supuse que al principio había sido más pequeña, porque toda colección empieza con un objeto y cuando descubres que hay más parecidos solo quieres tener la mayor cantidad posible.


Tanteé los tesoros con la mano, la derecha, y juguetee con un par de ellos fascinada.

Me acerque otro, el más pequeño, al oído, el izquierdo, con la curiosidad de saber si aún se oía algo en su interior.
Me sorprendió descubrir que sí, pero en el fondo me lo esperaba, o lo deseaba.

Desde entonces, muchas veces los tacones de mi hermana me despertaban del sueño cuando hacían acto de presencia antes del desayuno, de tostadas.

Y desde entonces cada vez que me sabía sola, extraía la Caja del armario, de los zapatos, y repasaba la colección de mi hermana con envidia, porque yo ni siquiera tenía uno solo de sus tesoros y demasiadas noches ella añadía uno más.


Cada día se iba haciendo más grande, la colección, y pronto necesitaría otra Caja con más espacio.


Supongo que por eso, por la envídia, está tarde fuí al hospital, el del barrio.
Y les llevé la caja.

Se pusieron muy contentos y me dieron las gracias, mientras me decían que había ayudado a salvar muchas vidas.


Y yo les dije que no era nada, que había visto el anuncio en el periódico, el de los domingos, que con letras muy grandes ponía:


DONA ÓRGANOS.


d.c.r.
 
jueves, noviembre 01, 2007
La Historia Más Triste del Mundo.




El Hombre Más Tonto del Mundo se enamoró perdidamente de La Mujer Más Lista del Mundo.

Y para conquistarla se hizo pasar por El Hombre Más Listo del Mundo.
Y para dejarse conquistar ella se hizo pasar por La Mujer Más Tonta del Mundo.


Aquello funcionó, pero solo hasta que ella descubrió que él se pasaba de listo, y hasta que él descubrió que ella se hacía la tonta.


En ese mismo momento todo se estropeo, para siempre, entre ellos dos.


Y con ello lograron, sin lugar a dudas, pasar de ser La Mejor Pareja del Mundo a escribir La Historia Más Triste del Mundo.


d.c.r.
 
viernes, octubre 19, 2007
La siguiente frase es mentira: La anterior frase es cierta.

El hombre de la izquierda preguntó al de la derecha:

-Oye, ¿tienes tabaco?

El de la derecha respondió:

-No.

Y sacó una pitillera y le ofreció un cigarrillo. Luego apuntó:

-Ahí viene alguien.

El hombre de la izquierda, con la mano a modo de visera para evitar el sol, oteó el camino.
Comentó:

-No lo veo.

Ambos se pusieron los sombreros y se ajustaron el nudo de la corbata, a continuación permanecieron muy firmes.
Cada uno en su posición, delante de la puerta correspondiente.

A los pocos minutos un hombre llegó hasta ellos, tenía un aire despistado y toda la pinta de haber recorrido muchos kilómetros a pie.

Sacó unas gafas del bolsillo de la camisa, se las puso con un gesto que denotaba cierta torpeza y contempló la escena.
Dos puertas y dos guardianes.

-¿Y bien?- preguntó.

El hombre de la derecha comenzó la frase:

-Una puerta es la salida...

El de la izquierda la terminó:

-...y la otra es una muerte horrible.

-¿Y vosotros?- inquirió.

El hombre de la izquierda comenzó la frase:

-Solo uno de los dos miente siempre...

El de la derecha la terminó:

-...y el otro siempre dice la verdad.

-Hum...- el recién llegado se rascaba la cabeza. Escudriñó el lugar con la mirada, concluyó que no parecía existir otro camino para llegar al otro lado del muro.
Uno de los dos guardianes carraspeó y matizó:

-Tiene derecho a una pregunta.

-¿Sólo una?

Ambos guardianes sonrieron, el de la izquierda dijo:

-Sí.

El visitante se tomó su tiempo, se alejó de los dos hombres y se sentó en una pequeña roca que había en el camino. Pasó bastante rato hablando consigo mismo en voz baja, hasta que por fin llegó a razonar una decisión.
Se levantó y se acercó a los guardianes, uno de los cuales cubría un tímido bostezo con la mano.

-¿A cual de nosotros quiere preguntar?

-Me es indiferente.- dijo el recién llegado con gesto triunfal.

Se acercó al guardián de la derecha y lanzó la pregunta:

-Bien, si yo le preguntase a tu compañero cual es la puerta que me conduce a la salida ¿cual crees que me diría él que es?

El guardián de la izquierda apenas se lo pensó:

-La que está justo detrás de mí.

El hombre sonrió, se quitó las gafas y las devolvió al bolsillo y se dirigió orgulloso a la puerta contraria a la señalada. La abrió y entró con paso firme y decidido. La puerta se cerró sola al instante.

El hombre de la izquierda recordó el cigarrillo y lo rescató de las profundidades del bolsillo de la chaqueta.
El de la derecha lo observó y decidió también sacar uno.
Se tanteó el traje en busca de un mechero.

Entonces el hombre de la derecha le dijo al de la izquierda:

-Oye, no tendrás fuego ¿no?

El de la izquierda encendió una cerilla frotando con un gesto rápido la cabeza de la misma contra el marco de la puerta. Tras está se oyó un grito, que poco a poco se fue apagando. Respondió:

-No.

Y le ofreció el paquete de cerillas.



d.c.r.
 
domingo, octubre 07, 2007
Sed



Ella volvió a mirarle a los ojos.

Simplemente preguntó:

-¿Que es lo que quieres de mi?

Él no había dejado de mirarla.

Suspiró, como quien va a realizar un duro esfuerzo y es consciente de ello, y respondió:

-Lo que quiero es que algún día alguien se meta sin avisar en tu sueño. Y que al levantarte descubras que no puedes hacer nada por sacarlo de la cabeza. Que en realidad no te corresponda como tú quieres. Que apenas sepa que tan siquiera existes. Que te arranques la piel mil veces y te zurzas el corazón dos mil. Que te sea tan profunda esa sensación de angustia que te tiemblen los mismos huesos. Que se cuele dentro, muy dentro de tí hasta fondo del mismo alma. Que cada palabra suya te baile en la cabeza cientos veces como una mosca molesta, como un eco que no se apaga. Que con solo verle pierdas todo atisbo de coherencia. Que desaparezca tu voz y grites con rabia por dentro cada vez que abandonas la dignidad. Que sea parte de tí cada día, cada hora y cada minuto sin él tan siquiera saberlo. Que le llegues a odiar por amarlo. Que te refugies en cualquier rincón y el techo caiga sobre tí. Que no aspires a encontrar tu sitio si él no forma parte del mismo. Que te humilles. Que te preguntes como lo hace sin hacer nada. Que sufras. Que no alcances a comprender que hilos ha tocado. Que llores sangre. Que explotes por las noches y pierdas las mañanas buscando cada pedazo. Que tu vida se retuerza hasta romperse. Que no puedas sacarlo nunca de dentro. Que te tortures hasta el dolor...
Eso, todo eso, deseo.

Ella apenas había parpadeado.

Preguntó con timidez:

-...¿Por qué?

El dejó de mirarla.


Respondió tajante:

-Porque quiero mi venganza.


d.c.r
 
miércoles, octubre 03, 2007
Y fueron felices...


Y una vez roto el hechizo, y ajusticiada la malvada bruja en una sangrienta teatral y merecida ceremonia de tortura ante todo el pueblo, el príncipe y la princesa se recogieron en la tranquilidad de una idílica casita campestre dispuestos a sentarse en la que sería su primera cena en la intimidad.


Pero las miradas cómplices y las sonrisas pícaras que se adivinaban en aquella feliz pareja pronto se convirtieron en gestos de incredulidad y posteriormente de puro pánico cuando, segundos antes de clavar el tenedor en la comida, el estruendo de cristales rotos dejó paso a un vendaval de perdices que, envalentonadas por el peso de años de esclavización literaria que otorgaban las leyendas, rasgaron los ropajes reales con furia, arañaron la carne de porcelana con saña y picotearon con sed de venganza a sus víctimas hasta el mismo hueso.


d.c.r.
 
viernes, abril 20, 2007
No se admite correo comercial

Lo más cruel que pudo hacerle ella fue enviarle en aquel sobre, con la dirección correctamente escrita y el remitente perfectamente señalado, una carta en blanco.

Lo más cruel que se le ocurrió a él fue escribir en esa carta con su propia sangre todo lo que le tenía que decir y meterla en un sobre sin dirección ni remitente.


Lo peor que hizo ella fue no decirle nada y que él lo supiera.
Lo único peor que se le ocurrió a él fue decírselo todo y procurar que ella nunca lo supiera.


A día de hoy, él reza para que nadie abra nunca esa carta o le saltarán encima todas las entrañas.


d.c.r.
 
miércoles, septiembre 06, 2006
El crimen del Hombre Infinito

Basada en un hecho real


Quiero que lo entiendas: Tú puedes leer esta línea y cuando hayas llegado al punto que la cierra aún recordaras el principio de la misma.

Él no.

Antes tenía una memoria excelente, era director de orquesta y a la vez un auténtico genio acariciando el piano.
En su cabeza se alojaban más de un centenar de piezas.
Podía incluso reproducirlas sobre una hoja en blanco con extrema facilidad y sin fallo alguno.

Antes recordaba cada detalle de la vida cotidiana, los más nimios y simples. Sabía donde dejabamos las cosas, por eso nunca perdiamos las llaves.

Antes era ungenio para las fechas; Todos los momentos de nuestra vida juntos parecían estar grabados a fuego en algún rincón de su cabeza: Donde y como me conoció, que fué lo primero que nos dijimos, cuando tuvó valor para acompañarme una tarde, que es lo que llevaba puesto yo, el momento en el que decidió declararse.
Apostaría a que podría decirte incluso que hora era en cada uno de esos momentos memorizados.

Antes tenía una memoria extraordinaria para los números: Recordaba matrículas de parientes y fechas de nacimiento.

Y ahora...

Ahora no puede retener ningún tipo de información por más de 15 segundos.

Su cerebro se apagó de repente, se saturó o decidió dejar de funcionar.
Se durmió por tres años y luego decidió despertarse de la misma manera inexplicable en que se ausentó.
Pero volvió vacio.
Así de simple.
Los recuerdos volaron se escondieron en algún rincón y él no consiguió encontrarlos. Como perder unas llaves y no descubrir nunca que las llevas en el bolso de la chaqueta.
Todo seguía ahí pero no había forma de llegar a ello.

Los médicos dijeron que la amnesía que presentaba tras volver del coma le impedía recordar el pasado y a la vez asimilar el futuro.
Que su memoria a corto plazo solo servía para brevísimos lapsos de tiempo.
Los 15 segundos que te he dicho.

Parece una persona normal a simple vista. No se le ve perdido, porque es incapaz de recordar cuando se ha perdido, pero es imposible hablar con él. No puede seguir un hilo de conversación.
No tiene pasado ni puede ser consciente del futuro.
Está condenado a vivir eternamente el presente.

Sólo dos cosas han permanecido indelebles: La primera es la forma que tiene de tocar el piano, sentarlo tras unas teclas hace que las descubra como la primera vez y que las haga sonar como siempre.

La segunda soy yo: Siempre que me ve, en su diminuta memoria tiene el recuerdo de haberme tenido ausente por años.
Así que se emociona, sonríe, se levanta y corre a abrazarme, me besa y a veces baila conmigo. Me susurra "Cuanto tiempo" y "Cómo te he echado de menos".

Es feliz cuando me descubre.

Cada 15 segundos ocurre eso.

Él es feliz, pero yo cada 15 segundos me siento culpable un crimen que no he cometido.


Porque hace mucho tiempo cuando llevabamos ya demasiados años de casados, deseé que él fuera exactamente como es ahora.

d.c.r.
 
miércoles, mayo 10, 2006
Too much free time
La tira cómica de Geek Circus era una idea graciosa pero sumamente limitada.
He pensado que mejor ampliar miras y bucear en la cultura popular y el chiste malo:
Esta es la primera página de Demasiado Tiempo Libre, ni siquiera la he rotulado/titulado como #1 (porque se me ha olvidado más que por pura desídia) así que se observa lo improvisado de la misma.

A ver si os (dis)gusta un poquito
:


d.c.r.
 
domingo, abril 30, 2006
Dame un minuto


En Las Vegas ha sucedido algo extraño con la poca fauna animal que aún puebla las calles.
Las luces de la ciudad han eliminado toda concepción real del paso de los días. Es difícil diferenciar el día de la noche y la mañana de la tarde.
Los pájaros se muestran confusos y no es extraño oirlos cantar los buenos días bien empezada la hora de las brujas.
En Las Vegas el tiempo es relativo y el cerebro de los animales aún no sabe diferenciar el paso del mismo, y ni siquiera lo grave de trinar cuando no deben.
Los hombres, tampoco.


Aferrado a la esquina de la mesa aquel hombre contemplaba como la ruleta se llevaba sus últimas ilusiones al anidarse la bola en el número que no era.
Una tarde entera era todo lo que necesitaba para quedarse sin nada.

O una mañana.

Tratando de recobrar la compostura fue invitado a abandonar la zona de juego, solo pudo replicar entre sudores:
-Dame un minuto.


En ese mismo momento, o quizás antes, se le ocurrió una idea.

La taquillera que ofrecía el cambio de fichas se mostraba confusa, en la historia del casino se habían realizado apuestas extrañas pero en aquel momento ese hombre le estaba ofreciendo algo que no sabía si era correcto.
Tras una llamada, el jefe de la mesa en la que estaba jugando aquel hombre se personó y escuchó la propuesta.
Dudó unos instantes y avisó al supervisor de la sala.
El supervisor de la sala no supo que decir y llamó a uno de los propietarios de la planta.
El propietario de la planta escuchó y decidió que en este caso lo mejor sería hablar con el dueño del casino.
El dueño del casino que era un hombre muy ocupado recibió en persona al caballero y mantuvo con él una larga charla.
El hombre pretendía apostar un minuto en la mesa de juego.
El propietario del casino que, como ya se ha mencionado, era una persona muy atareada sabía perfectamente que el tiempo era oro y tras meditarlo aceptó, previa firma de un contrato, que aquel hombre apostará con tiempo en vez de dinero.
Pero llegó a la conclusión de que un minuto era algo escaso como primera apuesta y que debía de elevar el tiempo a apostar en la ruleta. Pudiendo de ahí en adelante apostar todo el tiempo que él creyera necesario y conveniente.
El propietario de la planta fue informado por teléfono, el supervisor de la sala acompañó al hombre y al llegar a la taquilla informó al jefe de mesa y a su vez a una sorprendida taquillera.

Poco después el hombre volvia a la mesa de juego.

Si alguien hubiese preguntado a las personas que estaban presentes aquel día, habría obtenido todo tipo de descripciones sobre el caballero que jugaba sin parar a la ruleta: Unos habrían señalado que era un hombre joven de aspecto nervioso mientras que otros habrían visto a un anciano de pelo canoso irrascible e incluso algunos asegurarían que era un niño el que dominaba las apuestas en la ruleta.

Pero sí hubo algo realmente indiscriptible esa mañana, o quizás esa noche, fue la cara de terror del empleado que se encargaba de girar la ruleta. En especial en el momento que la bola lanzada por su propia mano cayó en el número que no era y aquel octogenario se derrumbó al verlo.

Los médicos informaron que aquel hombre viejo había sufrido un paro cardiaco.

El jefe de la mesa se lo dijo al supervisor de planta, este telefoneó al propietario de la sala y a continuación infomó en persona al dueño del casino.

Todos aseguraron que era una autentica desgracia y volvieron a sus asuntos, que como todo el mundo sabe, el tiempo es oro, y en Las Vegas además, es relativo.

d.c.r.


 
viernes, marzo 31, 2006
Manual de Usuario de las catástrofes extremas (Disponible en diferentes formatos)

Es un hecho poco conocido el que toda catástrofe, ya sea de índole natural o presuntamente generada por un elemento humano, en realidad está producida por factores ajenos a la misma.


Se presupone que alguien con un particular sentido del humor, y todo sea dicho unos medios admirables, decidió situar en el planeta dos elementos con una única función: Alterar todo orden y estructura si ambos se complementan.

Es difícil aventurar la forma que pueden tener estos elementos.
Estudios y estadisticas varias han corroborado que pueden manifestarse adoptando cualquier tipo de apariencia y composición: desde una simple molécula hasta un organismo pluricelular, pasando por elementos tan curiosos como una tostada o un cubrecamas. Esto último ha desconcertado bastante a los estudiosos del tema.


A grandes rasgos:

-Elemento A
-Elemento B

A + B = Desastre.

En China 800.000 personas fueron devoradas por la tierra en 1556. Lo que ninguna de estas personas sabía realmente es que el terremoto estaba muy poco relacionado con la inestabilidad de las placas tectónicas (un mero elemento de distracción, para justificar el incidente) sino con la colisión de los elementos a y b, que en ese caso eran una parejita adorable de perritos en época de celo.

En el Caribe en 1780 un huracan le dio alas a 22.000 isleños (cosa que ninguno agradeció), Curiosamente alguien había declarado esa misma mañana que "No tira aire, hace un día estupendo". Elemento a: Una gaviota, elemento b: presumiblemente un pescado.

En Armenia la improbabilísima colisión de dos granos de arena muy especiales provocaron un desplazamiento de tierra que le sentó muy mal a 100.000 personas, era 1988.

La lista es interminable: ciclones, inundaciones, guerras, fugas radioactivas, plagas de insectos...
Todos estudiados y referenciados, en todos ambos elementos habían demostrado estar presentes y en principio parecían ajenos a la catástrofe en cuestión.

Lo que nos lleva a centrarnos en nuestra historia:

Supongamos que el elemento A se llama Angel y es metereologo, madrileño de nacimiento.

Ahora bien, en este caso el elemento B se llama Ana y es cordobesa, pero debido a su trabajo en un departamento de riesgos laborales se acaba de trasladar recientemente a la capital.

La primera vez que ambos coincideron fue un lunes por la mañana en un cafeteria. Se miraron fugazmente.

Al día siguiente el periodico sentenciaba que la explosión que se llevo por delante a camarero y clientes aún no estaba justificada pero entre otras posibilidades se barajaba la posibilidad de una fuga de gas o un atentado terrorista.

Ellos dos salieron ilesos.

(Continuará -en diferentes formatos-)

d.c.r.
 
martes, febrero 28, 2006
Microrelatos (Tanda 3)

Alopecia


Se miraba en el espejo obsesionado con la caida del cabello.
"No te preocupes, te seguiré queriendo igual"- le recordaba ella a menudo.
Y a pesar de que sabía que estaba enamorado, Dalila nunca le inspiró mucha confianza.



Burocracia/Papeleo

-Pues ha debido ser un error de papeleo- dijo revisando los informes- de todos modos, mira, si quieres entrar puedes hacerlo perfectamente, yo hago la vista gorda y aquí no ha pasado nada. Total sales como apto... y así me ahorras todo el coñazo burocrático.
-Joder, pero se lo he dicho ya mil veces, que soy ateo.
San Pedro suspiró:
-Pues alguien se la va a cargar por esto.



Despedida (microrelato)

La carta de Despedida que dejó en el vestíbulo decía que se había cansado de él, de sus mentiras y de su hipocresía.

Decía que se iba lejos, pero que volverían a verse.

Realmente no se fue tan lejos, el cuerpo seguía colgado en el salón cuando él, tras leer esa nota de suicidio, giró aterrado la cabeza.



Domingo por la mañana

Regresó tambaleandose a su casa el domingo por la mañana, la boca le sabía pastosa y la cabeza le daba vueltas, iba echo un despojo.
Tardó en encontrar su calle y tras rebuscar torpemente en los bolsillos dió por perdidas las llaves. Llamó al timbre y su madre le abrió la puerta.
Ella se mostró bastante disgustada con el aspecto de su hijo.
Definitivamente cuando lo enterraron el viernes por la tarde estaba mucho mas adecentado.



Duelo a medianoche

Miró a su oponente a los ojos, esperando un movimiento.
Acto seguido, desenfundó.
¿Es tu primera vez?- preguntó ella.



Insomnio

El no poder dormir por las noches le agobiaba.
Las voces eran el problema: No cesaban en ningún momento.
Pero si ellos no tuvieran Dios ¿a quien iban a rezar?



d.c.r.
 
domingo, enero 29, 2006
La mar está picada



La sirena del barco resonó por todos los recovecos del mismo, la tripulación levantó la mirada por tercera vez y afinó el oido.
Mientras tanto en su camarote el capitan encendía otro cigarro, nervioso.
Le daba vueltas a su anillo de matrimonio que le agobiaba desde el dedo en el que estaba alojado.
-¿Y porque no me lo dijiste? - protestó ella
La volvió a mirar, pero no dijo nada.
-¿Ya estabas casado aquella noche, no?
El capitan suspiró.
-Solo fue una noche, no es necesario sacar las cosas de quicio.
-¡Pero me hubiese gustado saberlo!
-Sabias que no nos volveriamos a ver, no mientas.
Ella se recogió el pelo. Lo miro con odio.
-Yo te busqué, y al final te he encontrado.
-Yo no quería encontrarte.
-¡Pero me pescaste!
-¡De casualidad!, todo eso ocurrió hace mucho... yo casi te había olvidado.
Ella barrió la mesa del capitan con la cola, tirando todo lo que había sobre ella al suelo.
Después, chilló:
-¡Pero yo a tí no!
La Sirena del barco resonó por todos los recovecos del mismo, la tripulación levantó la mirada por cuarta vez y afinó el oido.

d.c.r.
 
viernes, enero 20, 2006
¡Geek Circus!

En el mundo de los foros a menudo te encuentras con sorpresas que consiguen llegarte al corazón.

Es por ese medio por el que un servidor ha descubierto que "Galatea", otrora pseudoamateurescritora de relatos con bastantes visitas en su blog, ha resultado ser simplemente una niña que plagia sin escrúpulos textos ajenos publicados en la red de redes.


El asunto para ella y su comparsa (un tal "elkenarra" abogado psicópata que defiende que lo importante es la obra, que no el autor de la misma) se ha convertido en una avalancha de quejas en su blog y unas balbuceantes replicas con poca base.

Divertido por tal muestra de poca ética y moral, y sobre todo porque el intercambio de palabras con ambos seres ha resultado delirante y cómico (entre amenazas de querellas por parte del abogado y mutismo por parte de la fotocopiadora-escritora) he considerado buena idea estrenar una tira cómica en cuyo primer número ambos serán protagonistas.

He aquí el resultado:

GEEK
CIRCUS



Supongo que posteriores entregas se alojaran en un blog gemelo a este, o no, todo se verá.

d.c.r.
 
lunes, diciembre 19, 2005
En la cara no



Basado en 2,5 millones de hechos reales.



No pudo evitar sollozar cuando me lo confesó todo; Las cicatrices en el cuerpo, los moratones, los huesos rotos y las marcas que la hebilla dejaba en su espalda.
Todo era un gran secreto que se cobijaba bajo la ropa de invierno.

"En la cara no", suena tópico pero es verdad.

Tartamudeaba mientras escupía blasmefias sobre la persona que le había robado el sueño a base de puñetazos.
Rompió a llorar de impotencia, y yo no pude evitarlo.
La besé.

No por deseo. Lo hice porque quería tragarme todo el odio. Librarla de la carga.
La besé y me tragué sus gritos.
Se me llenaron los pulmones y el estómago de ruido. Se dejo besar y se vació en mí. Devoré la furia.
Y al separarnos respiró aliviada.

Aquella noche no pude dormir y tumbado en la cama, temblando, comenzó a sangrarme la nariz, los chillidos rebotaban dentro de mí, oía el eco de los golpes secos y las cicatrices empezaban a crecer hacía la superficie.

Pero nada de eso importaba, porque esa noche ella, liberada de su secreto, por una vez pudo dormir feliz.

d.c.r.
 
lunes, diciembre 12, 2005
Microrelatos (Tanda 2)




"Verás es que en realidad no soy virgen"


Al oir esto el Dragón se giró, y calcinó de un bufido a todo el pueblo que se había reunido para contemplar la ofrenda.




No era muy coqueta.

Y no era por el hecho de que tuviese serpientes en lugar de pelo, era porque los espejos, por alguna extraña razón, le daban mal rollo.




Nieve

Se quedó dos horas sentado, absorto, mirando la nieve.
Era la primera vez en su vida que veía un televisor.




Numeración

Siete hombres llegaron al mismo tiempo a una isla desierta de seis metros cuadrados, cinco de ellos se odiaban y se mataron en lucha, cuatro días de duras discusiones y tres noches durmiendo con un ojo abierto tardaron los dos hombres que quedaban en descubrir que aquel terreno solo podía pertenecer a uno.




Carta de un preso

Estoy aquí por tratar de asesinar a una persona.
A mí.
Salió mal y no pude levar a bien mi propósito.
En mi pais el suicidio está condenado con la pena capital.
El juez lo consideró tan paradójico que sorprendentemente me condeno a vida.
Eso fue en 1906.
Esto es un coñazo.





"¿Falta mucho?"

Le preguntó a su chofer.
Y lo inesperado de la pregunta propició que, entre gritos del conductor, el coche fúnebre perdiera el control y cayera ladera abajo.


d.c.r.

 
viernes, noviembre 25, 2005
Microrelatos (Primera Tanda)



¡Mentirosa!


Le dijo la princesa a la rana que reposaba junto a ella entre sabanas.



Se ahogaba...

...le faltaba algo para respirar, pero pronto vio la luz al final del tunel y, recortada contra la luz, la silueta de su amo.
Luego oyó el ruido de la cisterna al ser accionada.
Y ahora era libre.



Tropezón.

Un mísero, ridículo y nada afortunado tropezón acabó con la carrera de aquel prometedor, cuidadoso y nada afortunado funambulista.



Peor para el sol.

Me había comentado que la odió tanto que decidió no volver a verla nunca más.
El salia de día y ella rondaba de noche.
Prometió no volver a cruzarse en su camino.
Mintió.
El otro día los vi besarse.
Yo y media Spaña.
Tres euros me cobraron por las putas gafas solares.



Instinto maternal

Se metió en la delincuencia porque siempre quiso ser madre, pero nunca encontró marido.
Con su salario no se podía costear la inseminación artificial.
Por eso ahora se dedicaba a atracar bancos.
De semen.



Estocolmo es un lugar precioso para pasar un verano

-¿Nos volveremos a ver?- dijo ella mirando al horizonte.
-Supongo que no.
Y tras un último beso, volvió a ponerse el pasamontañas y cogió su megáfono. Asomando la cabeza por la ventanilla gritó:
-Traigo a la chica ¿donde está el dinero?


d.c.r.


 
martes, noviembre 22, 2005
Todos los ahorcados...

Los abusos sexuales no eran una novedad en el Oeste.
Tratar de explicarles a un grupo de pistoleros ebrios y solitarios en la cantina que las damas merecían un respeto era como proclamar oficialmente que te gustaría tragar plomo por alguna vía alternativa al aparato digestivo.

Pero en este caso el crimen merecía un castigo.

La hija del Alcalde era intocable, por no mencionar que su pureza y castidad estaba fuera de toda duda.

De toda duda popular, porque aquella mujer que guardaba las noches empapada en licor y (según dicen) buscaba calor en la cama de los más odiados fojaridos con insultante frecuencia, tenía un asombroso parecido físico con la virginal hija del alcalde.

Y tampoco es que hubiera muchas mujeres en el pueblo.

Ni más de un burdel.

Pero ese no es el tema.

El tema es que el sheriff a modo de escarmiento había anunciado que colgaría en la plaza a la vista de todos al violador de la pureza de la dama.

Llegado el mediodía una gran multitud se presentó en la plaza.
El alcalde hacía acto de presencia junto a las tablas de la soga y su primogénita contemplaba desde la ventana.
El sheriff escoltó al condenado hasta la horca y con profesionalidad se la ajustó al cuello.

Se habían saltado incluso el protocolo de las plumas y el alquitran. Se ve que ciertas personas tenían prisa.

El propio Alcalde hizó los honores y abrió la trampilla.

Minutos después, tras las convulsiones, el cuerpo colgaba inerte.

Entre la multitud una persona apartó la mirada de la ejecución y la dirigió a la ventana de la Alcaldía. La recientemente vengada hija lo vió y sonrió.
Esa persona le devolvió la sonrisa.

El sherrif encendió un cigarrillo y se quitó el sombrero ante el ahorcado, pero notó algo raro...

Su mirada observó el (o más bien la ausencia de) bulto en el pantalón. Aquí fallaba algo.

Inmediatamente le dijo al Alcade:

-Me parece que nos hemos equivocado de persona.

Entre la multitud la cara de una persona reflejó una enorme preocupación.

La impotencia no era una novedad en el Oeste.

d.c.r.
 
lunes, noviembre 07, 2005
Asociación de la Decencia.



Alan smithee era un joven y prometedor director de cine.
Le llevo casi una vida preparar su opera prima, una historia de amor, ambientada durante la segunda guerra mundial, cuyo argumento giraba en torno a los devenires de una recien casada, que añorando a su marido (combatiente en esa guerra) se dejaba tentar por los brazos de otro hombre.

Tras conseguir convencer a un gran estudio utilizó un año de su vida para rodar lo que el suponía una historia conmovedora.

La título "Sueño de otoño", un nombre como cualquier otro.

El resultado emocionó incluso a su director,y en palabras de un crítico que asistió en exclusiva a un pase privado era "la mejor historia de amor jamás vista".

Pero eso no le bastó al estudio que, dirigido por empresarios temerosos de la inversión y sus beneficios, contrató los servicios de la Asociación de la Decencia. Un grupo de eruditos que estudiaban si el producto al ver la luz podia resultar ofensivo para el espectador del mismo.

Tras el visionado de la cinta por parte de los principales representantes de esa asociación se llegó a la conclusión de que era una apuesta arriesgada el mostrar una relación adultera en lo que se suponía una película de entretenimiento para todos los públicos.

Por tanto y para desgracia del joven y prometedor Alan Smithee se acordó en el gran estudio suprimir la relación extramatrimonial de la joven, eliminar al amante y plantear la película como una añoranza del ser querido, valerosamente enviado a la guerra.

Tras ver la nueva versión, la Asociación de la Decencia consideró que de todos modos la espera de la protagonista podría resultar un detalle triste para aquellas viudas de guerras recientes y que su metraje en la película era excesivo.

Sin consultar esta vez con su director, los productores decidieron eliminar por completo toda escena de la mujer y centrar el film en las peripecias en guerra del cada vez más heróico marido engañado.

Pero no acabó ahí la metaformosis de "la mejor historia de amor jamás contada". Porque como bien alguien apuntó durante la que suponía la proyección final de la película tampoco los alemanes habían hecho nada grave últimamente y no sería de muy buena educación repetirles los errores de su historia en la actualidad. Probablemente se sentirían ofendidos. Era lógico.

En una nueva reunión, de la que el ya poco prometedor Alan Smithee no quiso saber nada, se llegó a la conclusión de que lo mejor era no mencionar a Alemania y tras una votación se decidió sustituir dicho enemigo por una amenaza extraterrestre, ya que los marcianos hasta el momento no han manifestado su malestar por sus apariciones en la pantalla grande.

Regrabado todo el material y presentado el producto final, todo el mundo coincidió en que aquella historia no podría dañar la mente de ningún alma sensible e incluso se quiso felicitar en persona al joven director responsable de aquella maravilla del séptimo arte, pero este hacía tiempo que había abandonado toda vinculación con la película y desapareció misteriosamente del mundo del cine.

Solo quedaba un detalle, el título.

Tras analizarse en su conjunto la frase y luego por separado se decidió que "Sueño de otoño" era un titulo suficientemente esteril. Y se dejó tal cual.

El verano pasado se estrenó una película sobre un aguerrido marine que, durante dos horas y media, mutila, decapita, asesina y tortura a todo un ejercito de malvados aliens que pretenden conquistar la tierra.

Se llama "Sueño de Otoño", y es para todo los públicos.


d.c.r.
 
martes, octubre 25, 2005
Murió por amor.

Y sabía desde el principio que para eso no había cura.

Cuando leyó aquella carta supo que no le volvería a ver.
Que esa era una especie de despedida.
Muy particular, muy fría, muy de su estilo.

Le deseó todo tipo de desgracias, le odió hasta que le sangró la nariz y hasta que se le arrugó la piel.
Se lo había quitado todo.
Pero quería volverle a ver.

Y sobre todo se lamentaba de no haber sido más precavido. De no verlas venir.

Y al final murió como los grandes románticos, sollozando entre sábanas.
Se pasaba las tardes tumbado en la cama, buscando la mano de su compañero en el aire.
Acabó delirando y dejó de respirar consumido por las fiebres y asfixiado por la tos.

Si los hospitales siempre han sido sitios tristes, los redactores de sus comunicados deben de ser personas muy grises.

Sobre la mesita de la habitación aquella aterradora carta, que le avisó de todo, señalaba friamente: Anticuerpos Anti-HIV = Positivo.

d.c.r.
 
Chucho Sombra es tu amigo, alimentalo como alimentarías a un tumor.
Yo el francés a nivel usuario.

"¡¡Más de 100 posts viviendo del (y para el) cuento!!"

Contacto y amenazas de muerte a: halacondios2@gmail.com

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- Perseguir imposibles da sentido a la existencia

Personas han perdido tiempo de su vida útil aquí.


D.C.R. : Ha decidido que la vida es más trágica sin caperucitas ni lobos y pretende perderse de nuevo en el bosque a robar cestas a desorientadas niñas, o niñas a confiadas cestas.